Una mirada apreciativa
“Existe una puerta por la que puede entrar la buena suerte, y tú tienes la llave”
Desde niños hemos vivido y hemos sido programados y educados desde una mirada basada en la carencia: ¿qué nos falta? ¿qué no está funcionando? ¿Qué hemos perdido? ¿qué debemos solucionar? Si reflexionamos sobre todo lo que pasa por nuestra cabeza un día normal, encontraremos que la rutina mental que nos envuelve en muchos casos nos lleva a pensar constantemente en “quién ha sido el culpable”, “cuál ha sido el error”, “dónde está el problema”, y todo ello nos conecta con las cosas que no queremos, empezando a planificar nuestras acciones y reacciones desde el problema, desde el dolor, desde la falta y el déficit, desde la frustración incluso.
Es ya quizás hora de que seamos capaces de mirar con buenos ojos lo que pasa a nuestro alrededor, desde lo positivo y desde la abundancia, con una mirada apreciativa. ¿Qué puede pasar si empezamos a pensar, a mirar las cosas, a dialogar con nosotros mismos y con los demás desde nuestras fortalezas, desde lo que hacemos bien y aún podemos hacer mejor, desde lo que queremos, deseamos y soñamos con alcanzar?
¿Te imaginas lo que eres capaz de hacer si usas todas tus fortalezas?
¿Te imaginas todo lo que puedes hacer con las personas de tu entorno (familia, amigos, colegas de trabajo) si enfocas tu mirada hacia lo bueno de cada uno de ellos?
¿Te imaginas todo lo que puedes construir tomando como base tus mejores experiencias (en cualquier ámbito de tu vida)?
Vivir y trabajar con esta filosofía es lo que se conoce como la indagación o diálogo apreciativo (apreciative enquiry en inglés), una metodología de transformación personal y colectiva basada en lo positivo, en la mirada apreciativa de los demás y las propias relaciones y en el diálogo.
La base del enfoque es, al igual que en el coaching, que los pensamientos afectan y crean el mundo que vivimos y el cambio empieza con las imágenes y las narrativas que las personas tienen o crean sobre su futuro: con sus sueños.
Por detrás de ello, un método sistemático de trabajo en positivo y generativo que incluye aspectos de coaching (preguntas poderosas, indagación y diálogos), psicología positiva, creatividad, co-creación e innovación grupal, “design thinking”, inteligencia colectiva y jazz, con capacidad de integrarse con otras metodologías y modelos, y que busca, por encima de todo, el florecimiento de las personas para que extraigan lo mejor de sí mismas a través de un enfoque positivo incondicional.
La metodología fue creada por David Cooperrider a finales del siglo XX y se ha utilizado en multitud de ocasiones para lograr cambios organizacionales y en el liderazgo, en muchas organizaciones, sobre todo anglosajonas, pudiendo ser adaptado a diferentes procesos y necesidades.
Frente al paradigma tradicional de una intervención organizacional: identificación de problemas, determinación de las causas, análisis de posibles soluciones y plan de acción, la indagación apreciativa parte de apreciar lo mejor de lo que ya existe, imaginar o considerar lo que puede llegar a ser, dialogar y construir entre todos esa visión. Frente a la concepción de que una organización es un problema a solucionar, partir de que se trata de un libro abierto, por explorar y co-escribir entre todos.
Más información en:
http://www.networkplace.eu
http://redindagacionapreciativa.com/